Una semilla, un árbol, un fruto” Escultura de Carlos Terrés para “La Salle”
Por: Sebastián Hernández
El Instituto Laguense de la Salle, de Lagos de Moreno Jal. Cumplió 70 años de presencia ininterrumpida en la Ciudad.
Por esta escuela fundada por los Hermanos Lasallistas, en 1953 han pasado muchas generaciones de las que se dieron cita algunas de ellas para recordar sus años escolares, en un desayuno de aniversario, que se llevo a cabo el pasado 18 de mayo en las instalaciones de dicho colegio, dentro de esta celebración el Director Manuel Durón y el escultor Carlos Terrés debelaron una escultura monumental en relieve con el tema: “Una semilla, un árbol, un fruto”, obra que quedo instalada en el área cívica del Instituto Laguense.
Reproducimos las palabras del Maestro Carlos Terrés, en la debelación : “Buenos dias a todos, agradezco al Director Manuel Durón, la invitación de estar hoy con ustedes y agradezco a todos la oportunidad de participar en esta gran celebración de los 70 primeros años de vida de nuestro “Instituto Laguense”, felicidades¡¡
… Agradezco también al Mtro, Javier Eduardo Rodriguez, quien fuera Director en los años 80s, él fué, el que tuvo la trascendente iniciativa de invitarme a trabajar sobre este tema apasionante de “San Juan Bautista de la Salle”, fue el inicio de muchas obras con el tema de la Salle.
En este relieve que fue instalado en la capilla y que hoy después de casi 40 años lo volvemos a tener presente, queda un recuerdo a todos los Hermanos de la Salle que han pasado por estas aulas, a todos los Maestros y a todos los compañeros herederos de esta educación lasallista.
El relieve con el tema: “Una semilla, un árbol, un fruto” fue inspirado en el libro del mismo titulo, escrito por el Hermano José María Valladolid Bañuelos, que me presto el Maestro Javier Eduardo, el libro se centra en la vida y obra de San Juan Bautista de la Salle, donde menciona que a través de la metáfora de “la semilla, el árbol y el fruto”, se explora la entrega y la influencia duradera de La Salle en la educación y la enseñanza.
El relieve es un mensaje universal y eterno sobre la importancia de cuidar y nutrir el crecimiento de las futuras generaciones, al igual que un árbol que da frutos a lo largo del tiempo.
En el relieve, San Juan Bautista de la Salle, portando una pequeña planta producto de la semilla germinada de la educación lasallista en su mano derecha, y con la izquierda entregando a Jesús las semillas que caerán en los surcos de tierra buena, siendo bendecidas por él; en el fondo a la izquierda los símbolos lasallistas, los chevrones y la torre, al lado derecho del fondo, la estrella, el Alfa y el Omega, se acompañan del trigo y las uvas de la Eucaristía.
Hace 62 años que yo deje esta inolvidable escuela, continuando como dice mi compañero de primaria, Rogelio Lopez Espinoza, que en determinados momentos yo era el encargado de mencionar: “Recordemos que estamos en la presencia del Señor” y si, asi pasando los años sigo recordando esta sentencia, enriqueciendo la vida, la creatividad y la belleza, agradeciendo la generosidad que aqui recibimos para aprender a descifrar la vida, interpretándola con el ejemplo de los que se han ido y en reciprocidad, brindar en servicio y en equilibrio de lo mucho que se recibe a lo poco que podemos ofrecer a los que todavia seguimos en esta existencia fértil y maravillosa.
Queda este relieve como un recuerdo de la senda caminada en libertad, 70 años de educación lasallista en lagos y la región, pensamiento trascendente que me dio la oportunidad de crear momentos convertidos en obras de arte que conmuevan, emocionen y provoquen.
Esa semilla que germinó en un surco biográfico, se a convertido en un fruto inmarchitable de arte, de personajes y de historias, que vivo e interpreto, en fértiles andanzas, con libertad, alegría y preocupación, arte que produce su propia vida, creándose a si mismo, mejorándose de sus errores, acrisolándose de metales y de barro, saboreándose y decantándose, creciendo mas allá de sus propios limites, hoy continuo esa fructífera existencia, viviendo los colores, las formas, los sentimientos, con mi familia, con mi señora, con mis hijos, con mis nietos, con mis amigos, con mis recuerdos, atesoro cada instante como este, convertido en mágico suspiro, unidos todos, transitando por los esperanzadores momentos, del recuerdo fugaz, hacia la trascendencia vital y total.
Felicidades por estos 70 primeros años de vida de nuestro “Instituto Laguense”, …. felicidades¡¡ …”