EL CRISTO DEL PERDON
Modelo en Terroca del original que se encuentra en la Ciudad de Lagos de Moreno Jal. En colección particular.
Jesús, crucificado, con una mano cubriéndose la mitad del rostro, revela su pesar, entregándonos en su misericordia la encarnación del amor del Padre.
Mostrándonos que con su pasión culmina el perdón a las consecuencias de las decisiones tomadas con el libre albedrío que nos fue otorgado, muchas de las veces terribles y funestas.
El Cristo del perdón
“Todos somos pecadores, pero todos somos perdonados” Papa Francisco.
Por Rosa María Balderas
Con el tema del “Cristo del perdón” el Escultor Carlos Terrés, ha creado una escultura en Terroca, bajo la petición de un anonimo Coleccionista de Arte.
La escultura esta dedicada a la misericordia de Jesús y a la salvación que ha entregado a todos los hombres con su muerte y resurrección.
A la vida que se vive Eucarísticamente, como dijo el Papa Francisco: “… derramando en el mundo el amor que brota de la carne del Señor. La Eucaristía en la vida se traduce pasando del yo al tu…”
Jesús, crucificado, con una mano cubriéndose la mitad del rostro, revela su pesar, entregándonos en su misericordia la encarnación del amor del Padre.
Mostrándonos que con su pasión culmina el perdón a las consecuencias de las decisiones tomadas con el libre albedrío que nos fue otorgado, muchas de las veces terribles y funestas, «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34). Simon Pedro se puso de rodillas delante de Jesús y le dijo: ¡Apártate de mi, Señor, porque soy un pecador! Para terminar diciendo: “…Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero…”
La escultura representa el misterio del sacrificio de Jesús: la salvación y el perdón, permaneciendo en la cruz, quedándose ahí mostrándonos su omnipotencia muriendo inocente en la cruz, entre dos criminales.
Esta escultura es testimonio de la misericordia y el arrepentimiento, de que la salvación de Dios puede llegar a todo hombre en cualquier nivel, incluso el mas pecador.
La misericordia y el arrepentimiento es para todos, Jesús se cubre el rostro cuando mira que no acuden a su invitación, “Vayan al cruce de los caminos, llamen a todos, buenos y malos…”.
Y el llama preferiblemente a los malos, porque El es misericordia. ¡nada nos puede separar del amor de Cristo! (Cfr. Rm 8,39).
Esta escultura invita a ver a Jesús crucificado; A aceptar su pena y dejar que nos acompañe, aceptar su invitación, pedirle ser abrazado, dejar que la fuerza de su misericordia llene el corazón y consuele al arrepentido, con la esperanza y la certeza de su perdón.
La escultura del Cristo del perdón, es una catequesis concentrada para aprender a pedir perdón a Jesús.
Primero el respeto a la imagen apenada y su infinita bondad. Segundo declarar la inocencia de Jesús y la propia culpa, «Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo» (Lc 23,41) y tercero, pedir su misericordia y nuestro arrepentimiento «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino» (Lc 23,42).
La obra escultórica finalmente recordará la ternura, la cercanía, el perdón y el arrepentimiento en la hora del dolor. La escultura en su concepción total, representa a la imagen de Jesús como intercesor y parte que es, del verdadero rostro de la misericordia del Padre.
