La Escultura y la Pintura de Santa Teresa de Avila
del Maestro Carlos Terrés, España.
Por: Jose Damián Espinosa
Teresa de Ávila, Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida como Santa Teresa de Jesús, nació el 28 de marzo de 1515, religiosa y fundadora de las carmelitas descalzas, rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, escritora y doctora de la Iglesia junto con San Juan de la Cruz, se considera a santa Teresa de Jesús la cumbre de la mística cristiana y una de las grandes maestras de la vida espiritual en la historia de la Iglesia.
En la Ciudad de Ávila y de otras comunidades en España, y con motivo de la conmemoración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, se están programando durante todo el año 2015 numerosas actividades en las que el arte, la cultura, la música, el teatro celebrarán el nacimiento de la abulense más ilustre y universal.
La escultura de Santa Teresa, (2.10 mts. alt. terroca) obra del Maestro Carlos Terrés, para la Villa de Mirueña de los Infanzones, quedo instalada en la fachada posterior de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, precisamente por donde se tiene tradicionalmente la presunción que por ahí pasara continuamente la Santa para recorrer sus fundaciones en conventos de Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca, Alba de Tormes, Segovia, Beas, Sevilla, Caravaca, Villanueva de la Jara, Palencia, Soria, Granada y Burgos de entre muchos más. La pintura La Transverberación de Santa Teresa (2.40 x 1.40 mts. acrílico) para el Monasterio de la Encarnación en Ávila, es una obra abstracta que describe a santa Teresa de Ávila durante el don místico de la transverberación.
Santa Teresa de Jesús, es tema de la obra de este pintor mexicano, mientras sufre un éxtasis provocado por el flechazo de un querubín, episodio descrito por la santa en su escrito autobiográfico conocido como el: Libro de la Vida, en el que cuenta cómo un ángel le atraviesa el corazón con un dardo de oro. La pintura congela el momento en el que la luz como flecha atraviesa el corazón de la santa, los colores de la sangre se mezclan con los negros del habito y los amarillos del oro de la saeta, en una combinación cromática de dolor y placer:
«Vía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla. … No era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos, que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman Querubines …. Viale en las manos un dardo de oro largo, y al fin de el hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto.»
Libro de la Vida. Capítulo XXIX.
La obra de arte pintada magistralmente por el Maestro Carlos Terres, con agresividad, soltura y misticismo, comenta el Pintor que “… le dije a Santa Teresa al inicio de las primeras pinceladas: Santa Teresa como quieres que trate tu transverberación?… y de pronto un corazón entre negros colores y luces intensas fue atravesado dejándome entusiasmado…”
“La Transverberacion”, tema de esta pintura resalta la expresión del intenso dolor que la santa describe y que Terrés lo expresa con colores y con líneas en una magnifica obra de alegría y contrastes divinos.
El Maestro Carlos Terrés, con su pintura “La transverberación”
El Maestro Carlos Terrés, con la escultura de Santa Teresa, en su taller de México.
“La transverberación” tema de esta pintura que resalta la expresión del intenso dolor que la santa describe y que Terrés lo expresa con colores y con líneas.