En Baja California,
“… el arte se toma en copa”
El renacimiento del vino en México, se encuentra actualmente en Baja California, debido a su historia, a su microclima, a su tierra y a sus cosechas de uvas de alta calidad.
Los siete valles: el de Guadalupe, San Antonio de las minas, Las palmas, Santo Tomás, San Vicente, Ojos negros, San Rafael, producen el 90 % del vino mexicano, son tierras fértiles de intensos y variados varietales que le dan nombre e identidad, orgullo y prestigio al vino de México en el resto del mundo.
“El vino es lo que mas ha civilizado al mundo” mencionó el escritor francés Francois Rabelais, inspirado en esta bebida y su importancia a lo largo de la historia de la humanidad, en su cultura y religión, en su mitología y en sus tradiciones.
La escultura del maestro escultor Carlos Terrés, que se ubica en la vinícola “Vinisterra”, en una pequeña porción de la viña dedicada al Maestro, representa a Baja California, desde la histórica Misión de Santo Tomás de Aquino en 1791 o la Misión de San Vicente fundada por sacerdotes dominicos en 1780 o con los misioneros españoles que en 1834 en la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe, hasta hoy, con la llegada de rusos, italianos, norteamericanos, etc. Que cultivan, fermentan los mostos, en barricas de roble francés, reposan, y producen vinos espectaculares, haciendo un brindis con los blancos, rosados, tintos, de potentes aromas, con expresados sabores mexicanismos e increíbles, frescos y ricos
La escultura “Syrah, el remedio del rey” Obra del escultor Carlos Terrés, recibe al visitante brindando, ofreciendo el vino de la casa, este vino que es como la ropa hecha a la medida, con piel de uva, desnuda y vital, donde todo queda y nada sobra. Con el cuerpo, la potencia y el sabor para maridarlo con cualquier comida y la sutileza para poder beberlo solo o acompañado, disfrutando la magia y el placer de paladear un buen vino de baja, salud!!.