“MADONNA INCINTA”
Modelo en Terroca del original que se encuentra en la Ciudad de Magdala, en Tierra Santa, Israel.
“LA MADONNA INCINTA” SE ENCUENTRA CUBIERTA CON LA TELA QUE SERVIRÁ DE PAÑAL Y DE MORTAJA, CON LA MANO DERECHA BENDICIENDO AL NIÑO QUE ESTÁ EN EL SENO, ACARICIÁNDOLO Y COBIJÁNDOLO CON SU MANO IZQUIERDA, INCLINANDO UN POCO SU ROSTRO BELLO Y JUVENIL, SONRIENDO.
“MADONNA INCINTA”
OBRA DEL ESCULTOR CARLOS TERRES
Para Tierra Santa, Israel.
“Y sucedió que mientras decía estas cosas, una de las mujeres en la multitud alzó su voz y le dijo: ¡Dichosa la matriz que te concibió y los senos que te criaron! Pero él dijo: Al contrario, dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan…” (Lucas 11:27)
El 1 de mayo de 2020, en la Ciudad de Magdala, ubicada en el Mar de Galilea en Israel, el Padre Juan Solana L.C. develó y bendijo la escultura con el tema de “LA MADONNA INCINTA” del escultor mexicano Carlos Terres, una de las esculturas más bellas de este maestro escultor y pintor.
En medio del problema de salud pública a nivel mundial, de aislamiento, de muerte y sufrimiento, una reflexión positiva es necesaria y esperanzadora. Un tema tan bello como este al inicio del mes de mayo, el mes de María, el mes de las flores, el mes de las madres, es un regalo. Carlos Terres realizó esta obra en piedra recuperada Terroca (roca de Terres) de 2.10 mts. de altura, usando diferentes colores en su pátina.
Ahora, seguramente el lugar donde se instaló esta obra de arte será de inspiración para las mujeres a punto de parir o que deseen un hijo. Esta obra es uno de los ejemplos típicos de Virgo Paritura (Virgen parturienta), que es un tema menos divulgado que el de la Virgen con Niño. La representación realista de la Virgen embarazada, «Virgen del parto», representa a María sola, en pie, en posición frontal y visiblemente embarazada, representando la palabra de Dios que, a través de la Virgen, se encarna y desciende entre los hombres.
La imagen fue modelada para mostrar que la naturaleza humana de Jesucristo fue verdaderamente humana. La Virgen María no posee atributos reales; ella misma es el símbolo del tabernáculo eucarístico. La “Virgen del parto” se dirige a la devoción de las mujeres. La escultura de “LA MADONNA INCINTA” del maestro Carlos Terres es una alabanza a la Virgen María, como madre de Jesús y madre nuestra, llena de juventud, gracia y alegría, esperando la venida de la luz.
La imagen de “LA MADONNA INCINTA” del maestro Carlos Terres, según su autor: “…cubierta con la tela que servirá de pañal y de mortaja, con la mano derecha bendiciendo al niño que está en el seno, acariciándolo y cobijándolo con su mano izquierda, inclinando un poco su rostro bello y juvenil, sonriendo.
Es una oración a la “Virgen Madre”, de alegría y felicidad, es para aquellas jóvenes que tienen la gracia de concebir, es una petición para evitar los abortos, un camino de esperanza para quienes desean el don de un hijo, aún más para quienes abren su corazón adoptando. Es un ejemplo de generosidad a la voluntad de Dios y un agradecimiento a quienes llevan el dulce nombre de “Madre” en un abrazo fraterno y universal como hijos de Dios…”
